La inesperada pandemia mundial de la COVID-19 ha tenido múltiples consecuencias en muchos aspectos de la vida de millones de personas, y también en las empresas. Desde su irrupción, las organizaciones han visto alterado su funcionamiento cotidiano teniendo que llevar a cabo una remodelación en tiempo récord de su estrategia de negocio.
Unas variaciones que han afectado a la mayoría de los departamentos, obligándoles a adaptarse a una situación muy divergente para poder sobrevivir en un escenario cada vez más competitivo. Así, los negocios han tenido que modificar sus planes acorto y medio plazo, “especialmente en lo relacionado con su transformación hacia la Industria 4.0 y en la gestión de sus profesionales” según indica el informe ‘La empresa española ante el Covid-19’, elaborado por KPMG y CEOE.
Los departamentos financieros ya habían visto cambios en este aspecto durante los años anteriores a la pandemia, pero su llegada ha mermado la capacidad de las direcciones financieras para estimar la evolución de sus negocios, obligando a trabajar con un horizonte temporal mucho más corto, llegando en algunos casos a elaborar planes financieros mensuales en vez de semestrales.
La transformación digital en los departamentos financieros
Ante estos retos, los CFO’s han encontrado un aliado en la tecnología. Sin embargo, hasta ahora el proceso de transformación digital que han venido sufriendo los departamentos financieros ha sido lento en comparación con el resto. Algunos profesionales creen que el motivo principal es la menor atención que han recibido frente a otras áreas más relevantes a la hora de obtener ingresos. Otros afirman que el problema es cultural , una barrera que debía derribar el comité de dirección siendo disruptivos y adoptando riesgos.
Pero contra todo pronóstico, ha sido una pandemia la que ha acelerado este cambio cultural. De hecho, las áreas financieras son las que más están aprovechando los procesos de transformación digital, formando parte ya de los planes estratégicos y de viabilidad de la empresa con el objetivo de mejorar la competitividad de toda la organización.
La tecnología: un aliado a la hora de tomar decisiones
Hoy en día se utilizan tal cantidad de datos que es complicado continuar el trabajo diario en un departamento financiero de forma manual. Así, las herramientas tecnológicas se han convertido en una necesidad para automatizar y agilizar procesos,reduciendo el gasto de tiempo considerablemente y ganando en productividad.
Tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), el machine learning o el blockchain son las principales transformadoras de esta área, sobre todo en tareas relacionadas con análisis e informes, estrategias y predicciones,gestión de riesgos y la automatización de los procesos de negocio, permitiendo entender lo que está sucediendo y anticipar posibles escenarios futuros. Veamos algunos ejemplos.
Uno de los usos más comunes del Blockchain dentro de la actividad financiera es la automatización de los pagos o los ‘Smart contracts’ (contratos inteligentes), una tecnología con gran potencial que facilita, asegura y ejecuta acuerdos registrados entre dos o más partes sin necesidad de que sea supervisado por un árbitro. Esto permite que muchos contratos, pagos, transferencias o vencimientos se puedan automatizar.
Unido al empleo del Big Data en el departamento financiero se encuentra la Inteligencia Artificial (IA). Una tecnología que aporta automatización y velocidad en la gestión de los datos recopilados, ayudando a clasificar toda la información obtenida y dotándola de sentido para transformarse en valor para la compañía. Así, el aprendizaje automático servirá para encontrar puntos de mejora en la ejecución de los procesos, realizar predicciones, analizar escenarios y ser útiles a la hora de tomar decisiones.
Un ejemplo de aplicación de esta tecnología son los RPA’s o procesos asistidos por robots, los cuales están minimizando las necesidades de personal en las tareas de ‘back-office’, ya que pueden realizar labores administrativas con agilidad y precisión, con el aumento de la calidad de los procesos y la reducción de costes correspondiente.
Otra herramienta muy útil para entender los datos de la empresa y tomar mejores decisiones es el Enterprise Performance Management (EPM). Se trata de un software que analiza la información financiera de la empresa para elaborar informes que ayuden a mejorar su rendimiento, permite a los gerentes entender las tendencias clave del mercado, predecir comportamientos futuros, responder rápidamente ante escenarios no esperados y obtener una visión global de la organización a partir de los datos financieros. En definitiva, una herramienta que al incorporar inteligencia artificial (IA) y machine learning, salva el vacío que existe entre el análisis y la acción, aportando conocimiento.
Los departamentos financieros en la era post-covid se encuentran ante el reto de agilizar sus procesos y realizar una correcta lectura de datos con los que poder analizar su performance y predecir comportamientos futuros para tomar mejores decisiones, siempre de la mano de la tecnología.