Metodología y desarrollo Agile: 3 formas en que beneficia a su empresa

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La gestión Agile es una metodología de gestión de proyectos que se basa en la utilización de varias fases de acción. Esto hace posible actuar a tiempo para garantizar la aplicación de cambios en cada etapa temprana del desarrollo, la actuación rápida en base a la retroalimentación o feedback y la colaboración dentro del plazo y el presupuesto de un proyecto. Estos beneficios, entre otros, han hecho que la metodología Agile sea una práctica común en las principales empresas tecnológicas del mundo, aunque muchos aspectos del proceso siguen siendo mal entendidos o mal utilizados.

Para ello, vamos a concretar más en esta metodología. El denominado desarrollo de software Agile hace referencia a un conjunto de buenas prácticas, metodologías y valores de equipo para producir código de software de forma más rápida, lo que permite a las organizaciones adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes de los clientes y a los competidores. Una cuestión especialmente interesante para cualquier persona que quiera impulsar su negocio, que vamos a ver en detalle a continuación, a través de tres beneficios claros.

Reducción de riesgos

Como decíamos, el desarrollo ágil fomenta ciclos de trabajo cortos con entregas más frecuentes, lo que hace que el trabajo se revise en cada ciclo o entrega, fomentando una auditoría constante de la calidad del producto o servicio. Al proporcionar siempre una versión del producto que funciona, incluso desde las etapas iniciales, esta metodología también permite a las organizaciones llegar al mercado con antelación y generar ingresos mientras se mejora continuamente el producto. Como resultado, rara vez se desperdician recursos.

Además de las pruebas constantes, los equipos ágiles también destacan por mantener al cliente involucrado en todo el proceso de desarrollo, asegurando así la alineación de los objetivos y unas expectativas claras. De esta forma, se elimina el riesgo de que el equipo dedique un tiempo valioso a las prioridades equivocadas. De nuevo, se optimizan los recursos.

Mejora de la calidad del producto

Las metodologías ágiles se centran en impulsar el valor real del negocio. Con la implementación de la entrega continua, los equipos pueden aumentar las sesiones de feedback y eliminar las acciones superfluas y los bloqueos, asegurándose de que cada entrega sea totalmente comprobable. Estas comprobaciones y pruebas constantes ayudan a mantener y mejorar la calidad del servicio sin sacrificar la velocidad de trabajo.

Probar y ajustar es una parte integral de los ciclos en el desarrollo ágil de productos. En cada etapa del proceso, y con cada lanzamiento, el equipo prueba el producto y hace cualquier cambio que pueda surgir internamente (errores o problemas de rendimiento) o a nivel externo, como puede ser un cambio en las necesidades del cliente.

El resultado es producto de una constante evolución, de modo que cuando está terminado, ha crecido y aprendido de su entorno, reduciendo así la posibilidad de no satisfacer las necesidades del mercado o de los clientes. Las Metodologías ágiles también dan más valor a los resultados que a los productos, lo que significa que el objetivo del equipo debe ser siempre encontrar la forma más eficiente y sencilla de alcanzar los objetivos empresariales del cliente. Un producto excelente no significa el más robusto, sino aquel que aborda la necesidad de sus clientes con mayor precisión.

Equipos de alto rendimiento

La agilidad tiene que ver con la colaboración y la comunicación del equipo de trabajo. La comunicación entre los miembros del equipo aumenta la transparencia al tiempo que recuerda el objetivo común, lo que fomenta un mejor trabajo. La mayor transparencia se traduce en que los equipos son capaces de trabajar juntos de forma eficaz y donde cada miembro tiene su propia voz.

Esto comienza con la estructura de un equipo donde se establecen de forma clara los distintos roles: desde el propietario del producto, el desarrollador del producto, el analista de calidad del negocio o el Scrum Master. Por otro lado, esta metodología permite trabajar de forma estrecha con las partes interesadas del cliente, lo que hace posible la anticipación a los cambios y reajustes rápidos y por tanto, dar a sus clientes exactamente lo que necesitan cuando lo necesitan.

En definitiva, ya conoces cómo la implementación de la Metodología Agile puede ayudarte a satisfacer las necesidades del cliente en un proceso de trabajo mucho más rápido y ágil, asegurando el impulso de tu negocio.

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